El lifelong learning, o el aprendizaje continuo, es la respuesta a la necesidad de mantenerse actualizado en un mundo digital de cambios constantes. Se trata de un paradigma educativo que impulsa el aprendizaje a lo largo de la vida, y se cursa a la par y después de los grados académicos, con dos ingredientes clave: oferta de formación accesible de calidad, genérica o especializada, y estudiantes con la actitud para seguir aprendiendo cada día.
De hecho, su principal diferencia respecto a la educación tradicional es que este tipo de aprendizaje es completamente voluntario y electivo. La esencia es la motivación del propio estudiante que, sin importar la edad o los títulos previos, apuesta por la mejora personal y elige aquellas actividades de formación que le permitan desarrollar las competencias específicas que quiera potenciar. Es una apuesta segura para seguir siendo competitivo.
Muchas son las empresas que han aprovechado esta ola, creando proyectos de formación abierta para fomentar el aprendizaje. Los usuarios tendrán a la mano las herramientas necesarias para reorientar su carrera profesional —upskillling— o contar con nuevas habilidades que le permitan reciclarse profesionalmente —reskilling—.
Muchos son los cursos que se pueden hacer, pero sin duda temas referente a Data Analitycs, Blockchain, Timeless Skills y Tecnologías Disruptivas son muy solicitados. La clave está en reciclar conocimientos y/o adquirir nuevos para potenciar nuestras aptitudes y crecer en el mundo profesional.
El Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia ha sido creado para sensibilizar de la necesidad de derribar los todavía numerosos estereotipos que frenan el desarrollo profesional equitativo en las denominadas STEM (las ciencias, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas), así como un reconocimiento al importante papel que las mujeres han desempeñado en la ciencia a lo largo de la historia.
Actualmente, se estima que solo un 30% de las mujeres del mundo estudia carreras STEM, porcentaje que cae al 3% en estudios relacionados con tecnologías de la información o al 8% en ingenierías.
La desigualdad se traslada también al mundo laboral, donde los salarios son menores. Esta situación es especialmente alarmante si se tiene en cuenta, como señala la UNESCO, que estas materias “constituyen los empleos del futuro, la fuerza motriz de la innovación, del bienestar social, del crecimiento inclusivo y del desarrollo sostenible”.
Son muchas las empresas que se han dado cuenta de la necesidad de romper barreras y acabar con las ideas preconcebidas que aún siguen alejando a las niñas y mujeres de carreras y profesiones científicas.
Es por esto que desarrollan distintas iniciativas tanto internas como externas para que brille el talento femenino en las STEM y eliminar el llamado techo de cristal.
Este compromiso va de la mano con hacer visible e incrementar la presencia de mujeres en puestos de dirección y reducir la cero la brecha salarial.
Aun falta mucho por hacer, pero el compromiso es visible y se trabaja en mejorar.
La digitalización de procesos, servicios esenciales, compras y cualquier trámite hace más que necesario que las habilidades digitales sean dominadas por todos los ciudadanos sin importar su edad. Esto supone un desafío y para ello se busca frenar el riesgo de que los colectivos más vulnerables queden atrapados en la brecha digital.
Se estima que más del 13% de las zonas rurales de España no tienen acceso a Internet con velocidad suficiente para ser funcional, una desconexión que amenaza aún más a la llamada España vaciada y que requiere de la implicación de las autoridades y de toda la sociedad.
La nueva era digital permite llevar los servicios financieros a cualquier rincón del mundo. Muchas operaciones que tradicionalmente se realizaban en las oficinas pueden hacerse ahora desde casa con total seguridad y comodidad. Esto se ha convertido en una herramienta indispensable para la inclusión financiera, en especial en aquellas localidades más despobladas y envejecidas donde la ausencia de servicios básicos aumenta el peligro de aislamiento.
En España, hay más de nueve millones de personas dentro del colectivo senior, a partir de los 65 años. Y a pesar de que cada vez es mayor su adaptación a Internet, la formación y el asesoramiento se han convertido en elementos esenciales para guiarlos en el uso de las nuevas herramientas.
Empresas de diferentes sectores trabajan a diario en fórmulas que permitan llegar a estas personas para mejorar su inclusión y beneficiarle en sus actividades cotidianas.
Los virus informáticos son una peligrosa realidad que nos acompaña desde que nació Internet y la constante conexión digital hace que todos estemos expuestos a cualquier ataque en la red.
Los orígenes de los virus informáticos se remontan a 1972. Entonces un virus llamado Creeper atacó al sistema operativo Tenex, presente en todos los ordenadores americanos que se utilizaban para la investigación y la enseñanza. Creado sin mala intención por un ingeniero llamado Bob Thomas, este virus circulaba por Internet lanzando siempre el mismo mensaje: “Soy la enredadera, atrápame si puedes”. Con la idea de combatirlo, se creó Reaper, considerado el primer antivirus de la historia.
Pero en los años 80 surgieron los primeros virus maliciosos. Desde ese momento, han aparecido cientos de variantes, algunas muy agresivas.
En la actualidad proliferan de un modo alarmante una variedad enorme de virus grandes y pequeños que, en función de su naturaleza, son más o menos agresivos.
En este entorno, existe un amplio listado de virus informáticos que abarcan una extensa tipología y variedad según sus características. Los residentes que se encuentran en la memoria del ordenador y alteran los archivos a medida que se van seleccionando o cerrando. Los de acción directa, que están instalados en el directorio raíz del disco duro y atacan cuando se ejecuta un programa, y los llamados de sobreescritura que se encuentran en los archivos, eliminan los contenidos y los reemplazan por otros. También destacan los localizados en el escritorio, los famosos cluster, que cambian la localización de los archivos cuando intentamos acceder a ellos. Y, finalmente, los virus del sistema de arranque que atacan en el momento en el que se ejecuta el disco duro. Estos cinco virus son muy comunes y peligrosos, ya que atacan el corazón de los sistemas operativos.
También, los populares troyanos se ocultan detrás de una apariencia inofensiva, por ejemplo, un programa, y provoca que los hackers o ciberdelincuentes tomen el control del ordenador para robar datos personales. Por su parte, los gusanos o malware se expanden cuando se transfiere algún archivo provocando bloqueos en el sistema y el gasto de ancho de banda; el spyware recopila datos de tu dispositivo y los transfiere a otro lugar; el adware rastrea la memoria de tu ordenador para averiguar tus preferencias y te muestra publicidad de forma constante; los secuestradores del navegador controlan tu navegador y te dirigen a otros sitios webs; los virus email que aparecen cuando abres un correo y el ransonware que impide el acceso a los sistemas y exige grandes sumas de dinero para desbloquearlos.
Los inversores, como cualquier otro cliente, se va adaptando a las nuevas realidades no solo en temas de actualidad sino de digitalización. En los últimos años sus tendencias y cambios de comportamiento han variado significativamente.
El segmento de inversores que más ha crecido es el de los jóvenes con edades comprendidas entre los 18 y los 39 años; con un repunte de más del 180%.
El nivel de actividad de los nuevos inversores ha aumentado en los últimos años y se ha duplicado el volumen de operaciones mensuales de compraventa de fondos de inversión.
Existe una clara predisposición hacia la renta variable
También es destacable, que los clientes apuestan cada vez más por un enfoque global y no localizado solo en Europa. El peso de los flujos hacia fondos de inversión centralizados en Europa ha descendido del 55% al 33%, mientras que el volumen de dinero que ha entrado en productos con criterios geográficos globales se ha elevado de un 36% a un 51%.
El estudio realizado para extraer estos datos se realizó analizando información entre 2018 y 2021.
Los jóvenes españoles entre 16 y 29 años están por encima de la media europea en el uso de las tecnologías de la comunicación y la información (TIC), pero siguen padeciendo dificultades para acceder al mercado laboral, según el Índice de Desarrollo Juvenil Comparado 2021
Según el estudio, España se sitúa por encima de la media europea en el grado de desarrollo juvenil de vida/salud y, sobre todo, en el uso de las denominadas TIC (Tecnologías de la Comunicación y la Información), que miden el avance en ámbitos como el acceso y el manejo de Internet.
Las capacidades digitales en las que sobresalen son: comunicación digital, información digital, resolución de problemas y manejo de software. Diez comunidades autónomas españolas superan la media de la Unión Europea: La Rioja, País Vasco, Castilla-La Mancha, Murcia, Cantabria, Madrid, Cataluña, Extremadura, Andalucía y Comunidad Valenciana.
Este indicador, elaborado por el Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud de FAD, es de carácter anual y se realiza a partir de datos de educación, empleo, emancipación, vida/salud y uso de TIC. Se trata de una referencia de valor, pues ofrece una fotografía fija que permite comparar y medir el avance en materia de desarrollo juvenil en todos los países de la Unión Europea. También, a nivel de España, se obtiene información de las diecisiete comunidades autónomas.
A pesar de estos datos positivos, extraídos en el marco del Proyecto Scopio, el impacto de la crisis del coronavirus deja un panorama preocupante para la juventud. En todos los países europeos se produce un retroceso en el grado de desarrollo juvenil, especialmente en aspectos concernientes al empleo y la emancipación. La pandemia ha desajustado el mercado laboral, creando incertidumbre a los jóvenes españoles a la hora de afrontar sus proyectos para los próximos años.
España ocupa la posición 35 en el ranking general del Índice de Desarrollo Juvenil, de un total de 45 países analizados. En una escala de 0 a 1o obtiene una puntuación de 5,012, y se sitúa 17 posiciones por debajo de la media europea, por delante de Italia, Bulgaria y Rumanía. Respecto al empleo y la calidad de los contratos, España tiene una posición rezagada: el desempleo juvenil es del 29,20 por ciento, frente a 13,30 por ciento de la Unión Europea.
El auge de las criptomonedas y su creciente interés por parte de empresas y ciudadanos hace necesario hablar desde cero de su uso y actividad.
Una criptomoneda es un activo digital que emplea un cifrado criptográfico, una técnica moderna que garantiza ciertos aspectos sobre la seguridad de la información usando códigos, es decir, proporciona herramientas para detectar falsificaciones o manipulaciones de los contenidos. La firma digital es un mecanismo que permite al receptor de cualquier mensaje firmado digitalmente determinar a las entidades que emiten esos mensajes y confirmar que no han sido alterados posteriormente a la firma. Sirve, en definitiva, para garantizar su titularidad, asegurar la integridad de las transacciones, y controlar la creación de unidades adicionales, es decir, evitar que alguien pueda hacer copias como haríamos, por ejemplo, con una foto.
Estas monedas no existen de forma física sino que se almacenan en una cartera digital o wallet.
Las criptomonedas no están reguladas ni tienen consideración de medio de pago o el respaldo de un organismo público, aunque recientemente se ha dado a conocer el interés de la Comunidad Europea y sus países por crear leyes y regulaciones propias para este campo.
Las criptomonedas son productos complejos y de alta volatilidad, por lo que su contratación requiere que el cliente cumpla las condiciones exigidas por la normativa vigente. Por este motivo, la entidad no emite recomendaciones sobre estos productos, que sólo se ofrecen a solicitud del cliente. Tampoco tienen la consideración de medio de pago, no cuentan con el respaldo de un banco central u otros organismos públicos, y no están cubiertas por mecanismos de protección al cliente, como el Fondo de Garantía de Depósitos o el Fondo de Garantía de Inversores.
La tecnología blockchain aporta un elevado sistema de seguridad para el control de las transacciones de criptomonedas
Para el control de estas transacciones, hay que usar una base de datos descentralizada, blockchain o registro contable compartido. Esta tecnología aporta un elevado sistema de seguridad a las criptomonedas y evita que un mismo activo digital se pueda transferir en dos ocasiones o que sea falsificado. Funciona como un gran libro de contabilidad donde se puede registrar y almacenar gran cantidad de información. Toda ella está compartida en la red y protegida de tal forma que todos los datos que alberga no se pueden alterar ni eliminar.
El monedero digital o wallet es un software donde es posible almacenar, enviar y recibir criptomonedas. A diferencia de un monedero de dinero físico, lo que realmente se almacena en los wallets son las claves que nos dan la propiedad y el derecho sobre las criptomonedas, y nos permiten operar con ellas. Hay dos tipos: los calientes y los fríos. Los primeros están conectados a internet, y los segundos no. Así, dentro de los monederos calientes encontramos los monederos web, los monederos móviles y los monederos de escritorio. Estos últimos solo en el caso de que el ordenador esté conectado a la red. Por el contrario, dentro de los monederos fríos existen los monederos hardware y los monederos de papel, que es simplemente la impresión en papel de la clave privada. Estos servicios de custodia no están regulados ni supervisados.
Los bosques dan vida a los valles y generan la proliferación de vida y habitabilidad. Los altos niveles de emisiones de gases de efecto invernadero, convierten la emergencia climática en un problema acuciante. En esta lucha contra el cambio climático, los árboles tienen un papel fundamental: se calcula que aproximadamente 2.600 millones de toneladas de dióxido de carbono son absorbidas por los bosques cada año. De ahí, la importancia de la reforestación.
El proyecto Motor Verde, es una iniciativa puesta en marcha por empresas privadas españolas, que busca crear bosques en donde se puedan plantar árboles nuevos.
La idea de Motor Verde, que aspira a la plantación de 60 millones de árboles entre todas las empresas que participan, es convertir a España en referente europeo en el sector de la compensación, promoviendo al mismo tiempo una economía social, verde y sostenible con un efecto transformador en el medio local: generará empleo para 15.000 personas, con especial atención a la inclusión de los colectivos más vulnerables.
Este proyecto, además, incorpora un método propio y diferencial, que le da gran fiabilidad. En primer lugar, se lleva a cabo un análisis exhaustivo previo, trabajando sobre el terreno y realizando un mantenimiento posterior a la reforestación, con el propósito de afianzar la conservación de los ejemplares plantados y apostando por el desarrollo sostenible del entorno. Además, todos los planes se diseñan de acuerdo con los máximos estándares de la Oficina Española de Cambio Climático, el organismo oficial de certificación dependiente de Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico.
‘Miguel y Carmen se divierten en terapia’ es un cuento de amistad y superación, escrito por la psicóloga Claudia Tecglen, presidenta de Convives con Espasticidad, una asociación que trabaja para mejorar la autonomía y la inclusión de las personas con esta enfermedad.
Se trata de un trastorno motor grave, asociado a múltiples discapacidades, provocado por una alteración del sistema nervioso central. Sólo teniendo en cuenta 5 de sus principales patologías, entre 300.000 y 400.000 personas padecen espasticidad en España.
Este relato ilustrado, con dos niños como protagonistas, lanza un mensaje fundamental: las terapias son un medio, no un fin. Una infancia sin juego no es una infancia. “El juego es esencial y una herramienta de socialización, aprendizaje, comunicación e inclusión vital. Todos los niños tienen el derecho y el deber de poder jugar con otros niños”, señalan desde Convives.
La llegada de la COVID ha supuesto un antes y un después. Las restricciones sociales se han cobrado una invisible factura psicológica sobre todo para los colectivos más vulnerables. Entre ellos, los niños con discapacidad, pacientes de alto riesgo obligados a interrumpir las terapias y, con ello, su proceso de desarrollo. Y el miedo al contagio ha prolongado en muchos casos el periodo de bloqueo social.
Este cuento está basado en hechos reales. A Miguel le cuesta mucho hablar (a veces es difícil entenderle) y Carmen necesita bastones para andar. Ambos comparten juegos en el colegio, donde trabajan con logopedas y fisioterapeutas, y disfrutan con otros amigos de clase. Sin embargo, la pandemia les obliga a quedarse en casa. El tiempo se alarga más allá del confinamiento y no solo echan de menos sus rutinas y actividades, sino que poco a poco van perdiendo la recuperación ganada. ¡Quieren volver al colegio! Y para convencer a sus padres contarán con una aliada muy especial.
“La socialización es vital para el desarrollo, especialmente en la infancia. Todos los estudios científicos demuestran que el diagnóstico y tratamiento precoz es esencial para ampliar las posibilidades de futuro de las personas con discapacidad, siendo las edades tempranas cruciales por el nivel de plasticidad cerebral, entre otros factores”, explica Tecglen. La responsable de la asociación recuerda que “es ese el momento donde se adquieren habilidades esenciales para la autoestima, la participación social. Las terapias son un medio para lograr el fin: una vida plena”.
El pasado mes de septiembre se celebró el festival Festival Agile Trends, un evento online y gratuito que reunió a expertos de todo el mundo en done se compartieron experiencias, se ofreció una visión global de las últimas tendencias y se ayudó revolucionar la metodología de trabajo con prácticas agiles que triunfan en las grandes empresas de todo el mundo.
Agile ha transformado la manera de trabajar de compañías como Google, Microsoft o Amazon. “Agile supone un cambio de comportamiento en nuestra forma de trabajar y un impulso para mejorar la capacidad de adaptación de nuestra entidad a los cambios constantes del mercado y de nuestros clientes", explican participantes del evento. Esta metodología ha permitido acortar drásticamente los plazos de desarrollo de proyectos (de años a meses, de meses a semanas), con equipos colaborativos, muy versátiles y flexibles ante la necesidad de incorporar tantos cambios como sean precisos respecto al diseño inicial.
Para los expertos, Agile es no es sólo un método. Es una filosofía inspiradora, una forma distinta de organizar y repartir el trabajo de una manera rápida y flexible entre diferentes equipos multidisciplinares.